? Barcelona despierta de su letargo
En las ciudades grandes que un evento tenga efecto no es fácil y esto es lo que le pasa a Barcelona. Cualquier cosa que se haga tiene el peligro de pasar desapercibida. En un lugar en donde viven y pasan todos los días varios millones de personas, acostumbra a tener miles de eventos de todo tipo: políticos, culturales, deportivos…Si además, en el caso del deporte tienes un club que lo capitaliza prácticamente todo, como en el caso que nos trae es el Barça, pues mucho más. Aunque en este caso la vela perdió una gran oportunidad de unir la marca Barça con la Copa América, pero parece que hubo un sector al que no le interesó y se quedó en eso, en un proyecto que hubiera tenido un impacto mundial y beneficioso para España, que hubiera posido haber sido sido pero que al final por intereses varios, no fue.
La Copa América es la competición náutica más grande, tecnológicamente, deportivamente, socialmente, econonómicamente. Barcelona, por una vez en los últimos años apostó a caballo ganador, y eso que ha pasado prácticamente una década por un tunel donde no se le veía la salida. Independientemente de las batallas políticas, que las hay, y no estoy descubriendo nada, la Copa América ha servido para que en la ciudad condal se den cuenta de que el mar está para algo más que para ir a la playa.
Las posibilidades de la costa barcelonesa y el potencial como ciudad son grandes. Era difícil que se pusieran todos de acuerdo, pero al final como si de un milagro se tratara, se consiguió. El Puerto de Barcelona cogió el toro por los cuernos, el hecho es que en el reciente Salón Náutico, fue el stand más pro-activo, después de que la propia feria decidiera eliminar de forma absurda el Espai del Mar -lugar multifuncional para presentaciones-, lo que hizo que por ejemplo en el del Puerto se centraran los principales actos relacionados con la Copa América al que le siguió en del Puerto Olímpico, que acogerá la competición de jóvenes y féminas.
Hacía tiempo que no iba a Barcelona por tema de vela, pero en este último mes de ha dinamizado todo y parece que sale de su largo letargo. Además de la Copa América en 2024 y con Alinghi tomando la delantera y ganando enteros para ser el referente local, las 52 Super Series cierran este año su temporada en el Real Club Náutico de Barcelona y también lo hará el circuito Persico 69F en Marina Vela y gracias a la apuesta de otro de los grandes clubes históricos, el Club Nàutic Vilassar, que se reivindica nuevamente como otro de los clubes importantes de la costa barcelonesa, y que es el que ha apostado para que este circuito acabe precisamente en Barcelona.
Está claro que algo está cambiando en Barcelona, espero que esto no se quede aquí y sea flor de un día. La oportunidad la tienen y esperemos que la ciudad no se deje perder esta posibilidad de liderazgo y que perdió tras dejar morir la Barcelona World Race.