? ¿Quién será el próximo en abandonar la casa?
La tercera temporada de SailGP ha acabado. Y lo ha hecho como es tradición con victoria de Australia, equipo que ya lleva embolsados tres millones de dólares, uno por año. Hasta la fecha no ha habido ningún equipo que le haya hecho sombra, ni Nueva Zelanda, ni Estados Unidos, ni Gran Bretaña…ni Japón, que también llegó a disputar una final antes de que le echaran.
Russell Coutts quiere que su circuito sea el mejor del mundo. Una vez se ha olvidado la Copa América, quiere que SailGP sea una alternativa en la que estén los mejores y además poder llevar su show, al estilo Formula 1 de coches, a distintos puntos del mundo. Por ahora lo está consiguiendo, eso sí, a base de mucho dinero también.
Con esta idea -a la que involucró a su mecenas Larry Ellison-, sirvió para convencer a los mejores patrones del mundo en este tipo de barcos voladores, caso de Ben Ainslie -al que ya ha hecho socio de SailGP-, Peter Burling o Tom Slinsgy; lo que ha hecho que realmente haya generado interés. El precio pero, es alto, y para mantener logística y económicamente un circuito de estas características hay que tener mucho, pero que mucho dinero.
Es por ello que no se ha cansado de repetir que la parte deportiva y la económica tienen que ir de la mano. Y esto ya lo han sufrido en sus carnes algunos equipos.
El primero en caer fue China tras la primera temporada. Esto facilitó la entrada de España, que fue quien se hizo con el barco y con su patrón, el neozelandés Phil Robertson -hoy a los mandos del barco de Canadá-, y hombre de confianza de Russell Coutts. Robertson hizo que el el F50 Victoria español diera el do de pecho en las dos primeras temporadas, pero no tuvo la salida del equipo esperada.
El siguiente en decir adiós al circuito de SailGP fue Japón. Y eso que el equipo nipón, con el australiano Nathan Outteridge a la caña, llegó a la Gran Final de San Francisco en la segunda temporada. Pero esto no fue suficiente para Coutts y como no aportó lo que se esperaba de él, acabó fuera del circuito.
Hacían falta dos barcos para los nuevos que querían entrar, Canadá y Suiza. A los norteamericanos les asigno a Robertson, ¿pues qué hizo con los helvéticos? asignarles a Outteridge. Problema resuelto.
¿Y qué pasará en esta cuarta temporada? Pues esto sólo lo sabe Russell Coutts. Lo cierto es que el equipo español es el que peor rendimiento ha dado deportiva y económicamente. Así como los franceses se han espabilado ¡y de qué manera!, España empezó mal y acabó peor. A falta de tres regatas se descabezó al equipo, quitando a la CEO, Mar de Ros y al patrón Jordi Xammar, de un día para otro. Esto no daba margen de maniobra y, por decreto, le tocó a Diego Botín tomar al mando de la nave.
A Russell Coutts le interesa que esté España de alguna forma representada. Lo dijo en una entrevista al medio español invitado a San Francisco. Pero tampoco dejó claro si se refería al equipo o a la regata, o los dos. Cádiz tiene un par ediciones más firmadas.
También es cierto que ha apostado personalmente por Diego Botín, lo cual puede ser una garantía. Veremos si de cara a la temporada que viene, a la que le queda menos de un mes para arrancar, hay muchos pretendientes con dinero para entrar -ahora ya no vale tener a tiesos-, Si es así ¿cuál será el próximo equipo en abandonar la casa?
Foto: Foto: Jed Jacobsohn for SailGP.